La historia del diseño web en un poema


Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.

Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!

…Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.

Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda…

¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!

En realidad este texto es de Juan Ramón Jiménez y no hacía referencia al diseño web, pero, como toda obra de arte, cada cual le da el significado que quiere.
Al principio fue el gopher, inocente. Luego se vistió con gif animados, marquesinas y blinks… hasta que se convirtió en una reina de intros en flash maquetadas en tablas. Pero la accesibilidad y los estándares lograron desnudar a la reina, y los usuarios y los diseñadores sonreíamos. El xml, finalmente, le quitó la túnica y quedó el DOM.

Si Juan Ramón Jiménez hubiera seguido evolucionando el poema, probablemente le volvería a poner la túnica, porque el contenido siempre es más agradable al ojo humano con un suave ropaje, como unos pequeños efectos de css y jquery para enfatizar la comunicación.

Os invito a que hojeéis algún libro antiguo de la saga de Web Design Index para comprobar las diferencias del diseño de hace 10 años y del actual: quizá no tantas a nivel estético, pero sí grandes a nivel técnico.

Si quieréis profundizar en la metáfora de poesía/diseño web, os recomiendo seguir con este poema y sus paralelismos con el prototipo.